En una botella de vino se recoge la esencia del lugar donde vive la vid, la dedicación en su cuido y el esmero de su elaboración. También el vino tiene memoria, y cuando lo descorchamos nos cuenta sus recuerdos y nos susurra el paso del tiempo. Una cata vertical es bucear en la historia de las cepas, los suelos, los veranos e inviernos pasados, es descubrir el mensaje que años atrás encerramos en la botella.

La semana pasada nuestro enólogo asesor, José Sánchez-Barba Caminero, organizó una cata vertical de nuestros emblemáticos rieslings. Acompañado por Pablo Izquierdo, director técnico de Enartis, fueron descubriendo cada una de las añadas hasta el 2014. Como denominador común, la excelente evolución de todos ellos, manteniendo frescura y aromas limpios y agradables. Los aromas cítricos frescos de la añada 2019 se iban tornando en agradables aromas de fruta de hueso y tropical, llegando a mieles y mermeladas en las añadas más alejadas en el tiempo.

La experiencia para nosotros fue especialmente gratificante, pues confirma los buenos resultados de nuestra apuesta por la calidad y nos apunta con más firmeza el camino a seguir. Podéis ver el video completo en el siguiente enlace: https://youtu.be/hDY6c-f32ls